sábado, 13 de junio de 2009
"Amor De Tarde"
AMOR DE TARDE
Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cuatro
y acabo la planilla y pienso diez minutos
y estiro las piernas como todas las tardes
y hago así con los hombros para aflojar la espalda
y me doblo los dedos y les saco mentiras.
Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cinco
y soy una manija que calcula intereses
o dos manos que saltan sobre cuarenta teclas
o un oído que escucha como ladra el teléfono
o un tipo que hace números y les saca verdades.
Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las seis.
Podrías acercarte de sorpresa
y decirme "¿Qué tal?" y quedaríamos
yo con la mancha roja de tus labios
tú con el tizne azul de mi carbónico...
Mario Benedetti.
martes, 2 de junio de 2009
"Relaciones Peligrosas"
Estaba navengando por la web y leo de reojo una frase: "Relaciones Peligrosas". Confesando q ni me detuve para saber de que se trataba, pero esa sola frase me genero curiosidad, para pensarla, para analizarla, y masticarla un rato... heme aquí, analizando una frase...
Se me da por pensar que hace a las relaciones para considerarlas peligrosas, se me da por pensar si incluso existen, se me da por pensar ¿la nuestra es una relacion paligrosa? y entonces comienzo a apuntar algunos tips mentalmente.
¿Cuales serían los "peligros" que hacen a las relaciones ser llamadas de esa manera? tal vez el solo hecho del descubrimiento, lo novedoso, lo desconocido... y ahi comienzo a unir palabras y conceptos.
Las personas generalmente temen a lo desconocido, aunque muchas digan que eso les genera curiosidad, en realidad les genera adrenalina, pero no pueden con ella y entonces nace la curiosidad y las ganas de conocer, otros simplemente no pueden con la adrenalina y deciden evitar esa sensacion, ignoran la situacion que produce esa sustancia en su organismo.
Para que sea claro este punto, el ejemplo mas simple seria el de la ocuridad, si, la gente teme a la oscuridad, porq no sabe q se esconde en ella, otros simplemente experimentan las ganas de ir mas alla de la oscuridad y ver la claridad del conocimiento a partir de la falta de luz.
Ahi expuesto mi primer punto. Quizas las relaciones se tornan peligrosas porq son desconocidas. Quizas por eso.
Y entonces a partir de este punto estaria contestandome a mi segunda pregunta, si existen... decido creer que existen.
El tercer cuestionamiento que me surgio fue pensar si la nuestra era una relacion peligrosa. Y una vez más decido creer que si, lo es. Pero no voy a cerrar este capitulo sin argumentos, pues los tengo, y se que te molesta que no los exponga.
Si me baso en la falta de conocimiento, miedo, incertidubre, duda, misterio, y novedad (entre tantas otras palabras que pensaba, pero ahora no recuerdo) para decir que las relaciones son peligrosas, la nuestra no es la excepcion. A mi me genera mucha adrenalina pensar en lo que se vendra, en nuestro futuro, que aunque programado, es incierto, imaginar la vida con vos, recibirte con los brazos y el alma abiertos, tener el deseo de que nuestra relacion sea fructifera, pero aun sin saberlo exponernos, lanzarnos a la oscuridad del futuro, para encontrar dia a dia la claridad... tantas cosas pasan en esta relacion, y todo, todo eso es nuevo para mi, y muchas cosas de ellas (por no decir todas) generan curiosidad, miedos y demas sentimientos, generan adrenalina.
En mi caso la adrenalina no es suficiente para detenerme en la oscuridad e ignorarla, sino que es suficiente para buscar claridad en ella, para continuar, y continuar...
Y el peligro porque? bueno, creo que muchas veces uno se inventa la situacion de peligro, creo que uno se inventa tal grado de desorientacion que siente que corre peligro y quizas no sea asi, tal ves solo sea miedo, quizas solo sea falta de conocimiento por lo que se vendra. Y a veces, esa desorientacion, esa perdida en la incognita se vuelve infinita y nos hace poner en peligro a tal punto de perder la razón. Ejemplo, teniendo en cuenta que cualquier relacion puede y suele ser peligrosa: "cuando una persona tiene tanto miedo de no alcanzar sus objetivos con su pareja, se deja ganar por ese miedo, y se hunde en un mar de dudas... y esta relacion puede marcarla, dejarla para siempre con un recuerdo indeseado, puede incluso llegar a sentir que su corazón muere lentamente si la otra persona dejase de amarla", y ahí esta el peligro. Peligro de sufrir, miedo a sufrir...
Pero hay algo que lei hace un tiempo atras del libro que me prestaste, decia algo asi como que "no hay amor sin sufrimiento", y nosotros lo sabemos.
Yo no tengo miedo a sufrir, estoy dispuesta a sufrir. Creo que la adrelina que mi amor por vos produce en mi organismo me empuja a ir mas allá, a nunca hundirme en ese tentador mar de dudas, creo que definitivamente decido avanzar en esta relacion, "siempre hacia adelante, y hacia arriba", siempre de tu mano...
Nuestra relacion sera o es peligrosa, pero tengo la certeza de que no hay peligro alguno, solo sencaciones. Tengo la certeza que mas alla del dolor que nos causamos mutuamente a partir de situaciones que vivimos, no va mas alla de eso, porque siempre son situaciones nuestras, de a dos, y siempre terminamos arreglandolas y salvandonos los dos... Hay miedos, hay dudas, hay misterio, hay incertidumbre, pero no creo que haya peligro... podemos sufrir, podemos lastimarnos, pero tarde o temprano, juntos curamos nuestras heridas... y eso me invita a seguir siempre a tu lado, no delante, no detras tuyo... siempre a tu lado...
Se me da por pensar que hace a las relaciones para considerarlas peligrosas, se me da por pensar si incluso existen, se me da por pensar ¿la nuestra es una relacion paligrosa? y entonces comienzo a apuntar algunos tips mentalmente.
¿Cuales serían los "peligros" que hacen a las relaciones ser llamadas de esa manera? tal vez el solo hecho del descubrimiento, lo novedoso, lo desconocido... y ahi comienzo a unir palabras y conceptos.
Las personas generalmente temen a lo desconocido, aunque muchas digan que eso les genera curiosidad, en realidad les genera adrenalina, pero no pueden con ella y entonces nace la curiosidad y las ganas de conocer, otros simplemente no pueden con la adrenalina y deciden evitar esa sensacion, ignoran la situacion que produce esa sustancia en su organismo.
Para que sea claro este punto, el ejemplo mas simple seria el de la ocuridad, si, la gente teme a la oscuridad, porq no sabe q se esconde en ella, otros simplemente experimentan las ganas de ir mas alla de la oscuridad y ver la claridad del conocimiento a partir de la falta de luz.
Ahi expuesto mi primer punto. Quizas las relaciones se tornan peligrosas porq son desconocidas. Quizas por eso.
Y entonces a partir de este punto estaria contestandome a mi segunda pregunta, si existen... decido creer que existen.
El tercer cuestionamiento que me surgio fue pensar si la nuestra era una relacion peligrosa. Y una vez más decido creer que si, lo es. Pero no voy a cerrar este capitulo sin argumentos, pues los tengo, y se que te molesta que no los exponga.
Si me baso en la falta de conocimiento, miedo, incertidubre, duda, misterio, y novedad (entre tantas otras palabras que pensaba, pero ahora no recuerdo) para decir que las relaciones son peligrosas, la nuestra no es la excepcion. A mi me genera mucha adrenalina pensar en lo que se vendra, en nuestro futuro, que aunque programado, es incierto, imaginar la vida con vos, recibirte con los brazos y el alma abiertos, tener el deseo de que nuestra relacion sea fructifera, pero aun sin saberlo exponernos, lanzarnos a la oscuridad del futuro, para encontrar dia a dia la claridad... tantas cosas pasan en esta relacion, y todo, todo eso es nuevo para mi, y muchas cosas de ellas (por no decir todas) generan curiosidad, miedos y demas sentimientos, generan adrenalina.
En mi caso la adrenalina no es suficiente para detenerme en la oscuridad e ignorarla, sino que es suficiente para buscar claridad en ella, para continuar, y continuar...
Y el peligro porque? bueno, creo que muchas veces uno se inventa la situacion de peligro, creo que uno se inventa tal grado de desorientacion que siente que corre peligro y quizas no sea asi, tal ves solo sea miedo, quizas solo sea falta de conocimiento por lo que se vendra. Y a veces, esa desorientacion, esa perdida en la incognita se vuelve infinita y nos hace poner en peligro a tal punto de perder la razón. Ejemplo, teniendo en cuenta que cualquier relacion puede y suele ser peligrosa: "cuando una persona tiene tanto miedo de no alcanzar sus objetivos con su pareja, se deja ganar por ese miedo, y se hunde en un mar de dudas... y esta relacion puede marcarla, dejarla para siempre con un recuerdo indeseado, puede incluso llegar a sentir que su corazón muere lentamente si la otra persona dejase de amarla", y ahí esta el peligro. Peligro de sufrir, miedo a sufrir...
Pero hay algo que lei hace un tiempo atras del libro que me prestaste, decia algo asi como que "no hay amor sin sufrimiento", y nosotros lo sabemos.
Yo no tengo miedo a sufrir, estoy dispuesta a sufrir. Creo que la adrelina que mi amor por vos produce en mi organismo me empuja a ir mas allá, a nunca hundirme en ese tentador mar de dudas, creo que definitivamente decido avanzar en esta relacion, "siempre hacia adelante, y hacia arriba", siempre de tu mano...
Nuestra relacion sera o es peligrosa, pero tengo la certeza de que no hay peligro alguno, solo sencaciones. Tengo la certeza que mas alla del dolor que nos causamos mutuamente a partir de situaciones que vivimos, no va mas alla de eso, porque siempre son situaciones nuestras, de a dos, y siempre terminamos arreglandolas y salvandonos los dos... Hay miedos, hay dudas, hay misterio, hay incertidumbre, pero no creo que haya peligro... podemos sufrir, podemos lastimarnos, pero tarde o temprano, juntos curamos nuestras heridas... y eso me invita a seguir siempre a tu lado, no delante, no detras tuyo... siempre a tu lado...
sábado, 30 de mayo de 2009
No Hay Una Sola Forma De Amar!
..."Esta historia me gustaría dedicársela a aquellos que creen que el amor, y la confirmación de una relación, de una con el otro, o de uno con la otra, de un tal para cual bah! tiene que ser en una forma definida, en una estructura bien dimensionada. Me parece que nadie pone leyes, salvo la vida. Me parece que dios creó al mundo, y cuando hizo al hombre y a la mujer, les dio el libre albedrío. Me parece que nadie debe aceptar las normas de nadie, sobre todo, cuando de sentimientos se trata, y cuando uno quiere al otro, y el otro lo quiere a uno, cuando ambos se desean, cuando ambos se aman, pues los códigos que establezcan para estar juntos, se convierten en ley. EL AMOR NO TIENE LEYES. LOS AMANTES ESCRIBEN SUS PROPIAS LEYES PARA AMAR"...
..."Cuando el soy y la Luna se encontraron por primera vez, esto ocurrió en los comienzos de los comienzos, de los principios de todo, se vieron, se apasionaron perdidamente, y a partir de ahí comenzaron a vivir un gran amor. Sucede que el mundo aun no existía, y una buena vez, un buen día, dios decidió crearlo, le dio entonces un toque final, el brillo. Quedo decidido también que el Sol iluminaría al día, y que la Luna iluminaría a la noche, y siendo así, entonces, estarían obligados a vivir separados. A ambos les invadió una gran tristeza y cuando se dieron cuenta de que nunca mas se encontrarían, la Luna fue quedándose cada vez mas angustiada, a pesar del brillo dado por dios, fue tornándose solitaria. El Sol a su vez, se había ganado del creador, un titulo de nobleza, seria desde entonces, desde que la tierra fue tierra, el Sol seria el astro rey. Pero eso tampoco lo hizo feliz. Y dios viendo esto, los llamo y les explico: _No deben estar tristes, ambos ahora poseen un brillo propio. Vos Luna, iluminaras las noches frías y las calidas, encontraras a los enamorados y serás frecuentemente protagonista de hermosas poesías. En cuanto a ti señor Sol, sustentaras ese titulo porque serás el más importante de los astros, iluminaras la tierra durante el día, proporcionaras calor al ser humano, y tu simple presencia hará a las personas más felices claro!.
Luego de decir esto, la Luna se entristeció mucho con su terrible destino, y lloro amargamente. Y el Sol, al verla sufrir tanto, decidió que no podría dejarse abatir mas, ya que tendría que darle fuerzas a ella y ayudarla a aceptar lo que dios había decidido. Aun así la preocupación del Sol era tan grande que resolvió hacer un pedido especial al creador, fue ante el y le dijo: _Señor, ayuda a la Luna por favor, ella es mas frágil que yo, no soportara la soledad. Y dios conmovido por este petitorio del Sol y en su inmensa, infinita bondad creo entonces a las estrellas para que le hicieran compañía a la Luna. La Luna siempre que esta muy triste recurre a las estrellas, que hacen de todo para consolarla, pero casi nunca lo consiguen.
Hoy ambos viven así, separados. El Sol finge que es feliz con sus destellos cada día, y la Luna no consigue disimular la tristeza. El Sol arde de pasión por la Luna, y ella vive en las tinieblas de su añoranza. Dicen, dicen por ahí que la orden de dios era que la Luna debería de ser siempre llena y luminosa, pero, pero que no lo consiguió, porque ella es mujer, y una mujer tiene fases, cuando es feliz consigue estar llena, plena, grande, pero cuando es infeliz es menguante, y cuando es menguante ni siquiera es posible apreciar su brillo.
Luna y Sol siguen su destino. Él Solitario, pero fuerte. Ella acompañada de estrellas, pero débil. Los hombres intentan constantemente conquistarla, como si eso fuese posible, algunos han ido incluso hasta allá, pero han vuelto siempre solos, nadie jamás consiguió traerla a la tierra, nadie realmente consiguió conquistarla por más que lo intentaran.
Sucede que dios decidió una vez, que ningún amor en este mundo fuese del todo imposible, ni siquiera el de la Luna y el del Sol. Fue entonces que el señor dios creo el eclipse. Y desde allí hoy Luna y Sol viven esperando ese instante, esos raros momentos que le fueran concebidos por dios, y que tanto cuesta que sucedan. De ahora en adelante cuando mires al cielo y veas que el Sol cubre a la Luna, es porque en realidad se acuesta sobre ella y comienzan a amarse. Es a ese acto de amor al que el señor le dio el nombre de Eclipse”…
…“Es importante recordar que el brillo que su éxtasis es tan grande que se aconseja durante el eclipse no mirar al cielo en ese momento, por que tus ojos pueden cegarse ante el brillo de tanto amor consumado.
Vos ya sabias seguramente, que en la tierra existían Sol y Luna, y también que existían los eclipses, pero me parece que esta es la parte de la historia que vos no conocías”…
Daniel Martinez.
"Te lo dedico con todo mi amor, a vos, mi Sol... mi fuente de energia; mientras espero nuestro Eclipse definitivo"
*CAR*
viernes, 29 de mayo de 2009
Nuestros corazones estan cerca...
..."Un día un sabio preguntó a sus discípulos lo siguiente:
- ¿Por qué la gente se grita cuando están enojados?
Los hombres pensaron unos momentos:
- Porque perdemos la calma - dijo uno - por eso gritamos
- Pero ¿por qué gritar cuando la otra persona está a tu lado? - preguntó una vez más ¿No es posible hablarle en voz baja? ¿Por qué gritas a una persona cuando estás enojado?
Los hombres dieron algunas otras respuestas pero ninguna de ellas satisfacía al maestro.
Finalmente él explicó: - Cuando dos personas están enojadas, sus corazones se alejan mucho. Para cubrir esa distancia deben gritar, para poder escucharse. Mientras más enojados estén, más fuerte tendrán que gritar para escucharse uno a otro a través de esa gran distancia.
Cuando discutan no dejen que sus corazones se alejen, no digan palabras que los distancien más, sería lamentable que la distancia sea tanta que no encontrarán más el camino de regreso.
Luego preguntó: - ¿Qué sucede cuando dos personas se enamoran? Ellos no se gritan sino que se hablan suavemente, por qué? Sus corazones están muy cerca. La distancia entre ellos es muy pequeña.
Continuó: - Cuando se enamoran más aún, qué sucede? No hablan, sólo susurran y se vuelven aún más cerca en su amor. Finalmente no necesitan siquiera susurrar, sólo se miran y eso es todo. Así es cuan cerca están dos personas cuando se aman"...
Amor, no nos gritemos nunca, mas aun sabiendo q podemos hacer q nuestros corazones puedan alejarse... miremosno... vos sabes q nuestras comunicaciones pueden fallar a veces, pero no asi nuestras miradas...
Desde la profundidad de mi amor... y recorda q soy por siempre tuya...
- ¿Por qué la gente se grita cuando están enojados?
Los hombres pensaron unos momentos:
- Porque perdemos la calma - dijo uno - por eso gritamos
- Pero ¿por qué gritar cuando la otra persona está a tu lado? - preguntó una vez más ¿No es posible hablarle en voz baja? ¿Por qué gritas a una persona cuando estás enojado?
Los hombres dieron algunas otras respuestas pero ninguna de ellas satisfacía al maestro.
Finalmente él explicó: - Cuando dos personas están enojadas, sus corazones se alejan mucho. Para cubrir esa distancia deben gritar, para poder escucharse. Mientras más enojados estén, más fuerte tendrán que gritar para escucharse uno a otro a través de esa gran distancia.
Cuando discutan no dejen que sus corazones se alejen, no digan palabras que los distancien más, sería lamentable que la distancia sea tanta que no encontrarán más el camino de regreso.
Luego preguntó: - ¿Qué sucede cuando dos personas se enamoran? Ellos no se gritan sino que se hablan suavemente, por qué? Sus corazones están muy cerca. La distancia entre ellos es muy pequeña.
Continuó: - Cuando se enamoran más aún, qué sucede? No hablan, sólo susurran y se vuelven aún más cerca en su amor. Finalmente no necesitan siquiera susurrar, sólo se miran y eso es todo. Así es cuan cerca están dos personas cuando se aman"...
Amor, no nos gritemos nunca, mas aun sabiendo q podemos hacer q nuestros corazones puedan alejarse... miremosno... vos sabes q nuestras comunicaciones pueden fallar a veces, pero no asi nuestras miradas...
Desde la profundidad de mi amor... y recorda q soy por siempre tuya...
domingo, 26 de abril de 2009
2 (Fragmentos)
..."Yo no debía hacerle caso -me confesó un día el principito- nunca hay que hacer caso a
las flores, basta con mirarlas y olerlas. Mi flor embalsamaba el planeta, pero yo no sabía
gozar con eso… Aquella historia de garra y tigres que tanto me molestó, hubiera debido
enternecerme".
Y me contó todavía:
"¡No supe comprender nada entonces! Debí juzgarla por sus actos y no por sus palabras.
¡Me perfumaba y me iluminaba la vida. No debí haber huido jamás! ¡No supe adivinar la
ternura que ocultaban sus pobres astucias! ¡Son tan contradictorias las flores! Pero yo era
demasiado joven para saber amarla"...
Fragmento extraido de "El Principito" de Antoine de Saint-Exupéry
las flores, basta con mirarlas y olerlas. Mi flor embalsamaba el planeta, pero yo no sabía
gozar con eso… Aquella historia de garra y tigres que tanto me molestó, hubiera debido
enternecerme".
Y me contó todavía:
"¡No supe comprender nada entonces! Debí juzgarla por sus actos y no por sus palabras.
¡Me perfumaba y me iluminaba la vida. No debí haber huido jamás! ¡No supe adivinar la
ternura que ocultaban sus pobres astucias! ¡Son tan contradictorias las flores! Pero yo era
demasiado joven para saber amarla"...
Fragmento extraido de "El Principito" de Antoine de Saint-Exupéry
sábado, 25 de abril de 2009
I'm Looking Through You! (The Wallflowers)
I'm Looking Through You
The Wallflowers
I'm looking through you, where did you go?
I thought I knew you, what did I know?
You don't look different, but you have changed,
I'm looking through you, you're not the same
Your lips are moving, I cannot hear,
Your voice is soothing, but the words aren't clear
You don't sound different, I've learned the game,
I'm looking through you, you're not the same
Why, tell me why, did you not treat me right?
Love has a nasty habit of disappearing overnight
You're thinking of me, the same old way,
You were above me, but not today
The only difference is you're down there,
And I'm looking through you, and you're nowhere
Why, tell me why, did you not treat me right?
Love has a nasty habit of disappearing overnight
I'm looking through you, where did you go?
I thought I knew you, what did I know?
You don't look different, but you have changed,
And I'm looking through you, you're not the same
Baby you've changed,
Yeah, oh, baby you've changed,
Baby you've changed.
miércoles, 22 de abril de 2009
sábado, 21 de marzo de 2009

"No tengo miedo. No temo a nada.
Cuanto más sufro, más amo.
El peligro solo aumenta mi amor.
Lo empuja. Le da sabor.
Seré el único ángel que necesitas.
Vivirás la vida tan plenamente, y la acabarás.
El cielo te llevará y dirá: Solo una cosa completa al alma... Y esa cosa es el amor..."
(Parte del guión de "The Reader")
lunes, 16 de marzo de 2009
Miedo A La Pareja__por Silvia Salinas.
Son muchas las formas en que aparece el tema del miedo al compromiso en la pareja. Una forma bastante difundida es la queja de las mujeres solteras o separadas acusando a los hombres de su falta de compromiso. Daría la impresión que los hombres no están tan apurados como las mujeres para comprometerse. Esta observación general no implica que las cosas no puedan ser al revés, sin embargo este es el caso más citado, juntamente con las técnicas para «atrapar» al otro.
Por supuesto, para seguir con nuestro ejemplo, el otro percibe cualquier técnica o cualquier apuro y sólo se logra mayor alejamiento. El miedo al compromiso tiene como fondo el temor a la entrega, el miedo al amor y sus implicancias. Es muy difícil entregarse verdaderamente. Puede haber una pareja, puede haber un matrimonio de años y sin embargo puede no haber entrega. Cuando nos entregamos estamos en carne viva, sentimos intensamente y nos acercamos al más preciado tesoro: ser queridos incondicionalmente. Cuando el amor se da en su plenitud y sentimos que todos nuestros aspectos son incondicionalmente aceptados entramos en un estado de paz que ayuda a que aceptemos todas nuestras partes y podamos experimentar el bienestar de sentirnos finalmente completos.
Sin embargo no hay mapas para la aventura del amor, no sabemos por donde irá, no podemos encerrarlo o controlarlo, no podemos garantizar que el otro estará allí siempre. El otro es el otro y corremos el riesgo de ser heridos.
Llegar al bienestar de la intensa conexión que da la verdadera entrega inaugura la posibilidad de la pérdida de ese bienestar y así aparece el miedo.
Este temor se representa en dos miedos básicos que aparecen en las relaciones íntimas: el miedo al abandono y a la invasión.
Son temores que traemos desde nuestras primeras relaciones significativas y que la vida de pareja actualiza y aviva. Allá lejos, cuando éramos niños aparecieron nuestras primeras frustraciones, es así que sufrimos las primeras sensaciones de no ser queridos a la manera que necesitamos, o de no sentirnos valorados lo suficiente. De la misma manera, según el comportamiento de nuestros padres, quizás hayamos sufrido el temor a ser invadidos emocionalmente. En cualquier caso buscamos los recursos para defendernos. Así creamos una «personalidad».
La personalidad puede ser vista como un intento de defendernos del dolor del abandono o del temor a la invasión. Es una construcción que crea estrategias para ser queridos o para no ser invadidos según sea el caso. Pero esa personalidad es una coraza defensiva que nos aleja de lo que sentimos, de nuestras necesidades, en definitiva, de nuestro ser. La personalidad es frágil, es la que siente miedo a la entrega y si bien nos ayuda a funcionar en ciertos terrenos, en las relaciones íntimas puede convertirse en un freno que nos impide el contacto verdadero con el otro cuando, sin darnos cuenta, crea conductas que evitan la entrega ya que «si no me entrego no estaré sujeto a pérdida o a invasión alguna».
La personalidad «nos defiende» de esa posibilidad con una estructura estable y predecible. En ciertos aspectos parece una ventaja tener una «personalidad estable» pero esa fortaleza y seguridad se va transformando en rigidez y temor a ser desestabilizado.
Y el amor nos desestabiliza, el amor da miedo porque no escucha nuestros razonamientos, sigue su propio camino, no lo podemos controlar, «perdemos la cabeza». Podemos escuchar al amor, podemos seguirlo, pero no podemos dominarlo. Cuando nos abrimos a él lo hacemos a la posibilidad de perderlo.
Es así que el compromiso, la entrega al amor, nos enfrenta a nuestra vulnerabilidad. Hay mucho miedo a la vulnerabilidad, peleamos constantemente con ella, y vivimos añorando la invulnerabilidad.
Hay una cultura donde se refuerza la noción de invulnerabilidad, sin embargo no hay camino de salida si no la aceptamos. Si tenemos la fortaleza de reconocernos vulnerables dejamos de estar asustados y preocupados por lo que pueda pasar sino que nos entregamos blandamente a lo que la vida nos trae, porque en definitiva la vida pasa por donde ella quiere y no por donde nosotros la quisiéramos hacer pasar. En nuestra sociedad se confunde vulnerabilidad con debilidad, cuando en realidad se necesita mucha fuerza para reconocer que somos vulnerables.
Entre el abandono y la invasión
Es interesante observar la dinámica de la pareja cuando uno de ellos sufre el miedo a la invasión y el otro sufre el miedo al abandono. La situación más conocida (aunque bien puede darse al revés) es aquella donde la mujer sufre el miedo al abandono y el hombre a la invasión. En este caso la mujer, que abriga el temor a ser abandonada, se cubre de esa posibilidad mediante la acción, despliega estrategias de acercamiento y cercamiento que supuestamente evitan el abandono. Ese movimiento de acercamiento hace que el hombre se sienta invadido golpeando justamente en su miedo básico y se genera un alejamiento preventivo que realimenta la sensación de abandono cerrando el círculo vicioso. Es importante observar que detrás de todos estos movimientos hay miedo al dolor.
El miedo al abandono es tan profundo, genera tanta ansiedad que a veces puede elegirse la soledad antes que someterse a él. Cuando los sufrimos no queremos separarnos del otro y solemos reclamar por su lejanía y su falta de entrega demostrando lo entregados que estamos nosotros, sin embargo, muchas veces no hay una verdadera entrega por parte de quien teme ser abandonado. Los movimientos de acercamiento hacia el otro no siempre son sinónimos de entrega. Cuando se intenta poseer, prevenir o directamente invadir no hay entrega verdadera al otro, hay entrega cuando se acepta lo que hay.
Naturalmente podemos elegir irnos si no nos gusta o si no nos alcanza lo que hay, pero existe verdadera aceptación cuando el corazón le dice sí al otro tal cual es. Cuando eso sucede aparece esa confianza básica que permite desarrollar la capacidad de espera confiando que el otro se acercará y esta apertura y confianza es siempre contagiosa. De todos modos si tenemos que enfrentar las señales que indican que eso no ha de suceder necesitamos confiar que podremos transitar el inevitable dolor.
El miedo a la invasión, por su lado, es el temor a dejar de ser uno mismo, hay una necesidad tan grande de satisfacer al otro que se posterga el propio deseo. Esta es una situación típica en los hombres que necesitan proveer, satisfacer y hacerse cargo del bienestar del otro. La figura del hombre proveedor, capaz de proveer desde los bienes materiales hasta la felicidad, está muy arraigada. Y la preocupación por satisfacer el deseo del otro puede invadir de tal manera que dejemos de ser nosotros mismos.
Saliendo del círculo
En el caso del miedo a la invasión el camino que propongo es tolerar el disgusto del otro, poner límites y perder el miedo a decir que no. A veces esto implica trabajar con la omnipotencia ya que uno piensa (y los hombres en especial) que pueden resolver todos los problemas del otro. Sucede que uno no tiene el poder necesario para resolverle la vida al otro, no somos los dueños de su felicidad, especialmente cuando hablamos de antiguas heridas internas.
En cuanto al miedo al abandono se hace necesario desarrollar la confianza y la capacidad de espera, confiando que el otro estará allí. En el fondo del miedo al abandono está la sensación de no ser querida como uno necesita, de no ser valorada. Es necesario no enojarnos con lo que nos pasa. Los miedos que se instalan son muy profundos.
Cuando hay amor, porque estamos hablando de ese caso, cuando el amor está, no se trata de que los «hombres son fóbicos» o que «las mujeres son insoportablemente ansiosas» para citar algunos dichos bastante frecuentes. Estos juicios ubican a cada uno en el lugar de la «mala persona» cuando lo que hay detrás es un temor al dolor que suele ser mucho más intenso de lo que sospechamos. Son dolores que tocan en lo más profundo del ser humano y cada cual se protege a la manera que aprendió alguna vez, con la distancia, con la no entrega, con la desconexión o con la presión o la exigencia de determinadas pautas en la relación.
Cuando entramos en el juego del amor nuestro corazón tiende a entregarse pero nuestra personalidad, que teme perder su seguridad, tiende a evitar la entrega, para no verse cara a cara con toda nuestra humana vulnerabilidad.
Duele descubrir que el amor no tiene una ruta definitiva y que en ese camino también podemos resultar heridos, por eso buscamos afanosamente que ese dolor nunca llegue, por eso aparece el miedo al compromiso que es, en definitiva, el miedo a asumir la propia vulnerabilidad.
Silvia Salinas
Lic. en Psicología de la UBA
Por supuesto, para seguir con nuestro ejemplo, el otro percibe cualquier técnica o cualquier apuro y sólo se logra mayor alejamiento. El miedo al compromiso tiene como fondo el temor a la entrega, el miedo al amor y sus implicancias. Es muy difícil entregarse verdaderamente. Puede haber una pareja, puede haber un matrimonio de años y sin embargo puede no haber entrega. Cuando nos entregamos estamos en carne viva, sentimos intensamente y nos acercamos al más preciado tesoro: ser queridos incondicionalmente. Cuando el amor se da en su plenitud y sentimos que todos nuestros aspectos son incondicionalmente aceptados entramos en un estado de paz que ayuda a que aceptemos todas nuestras partes y podamos experimentar el bienestar de sentirnos finalmente completos.
Sin embargo no hay mapas para la aventura del amor, no sabemos por donde irá, no podemos encerrarlo o controlarlo, no podemos garantizar que el otro estará allí siempre. El otro es el otro y corremos el riesgo de ser heridos.
Llegar al bienestar de la intensa conexión que da la verdadera entrega inaugura la posibilidad de la pérdida de ese bienestar y así aparece el miedo.
Este temor se representa en dos miedos básicos que aparecen en las relaciones íntimas: el miedo al abandono y a la invasión.
Son temores que traemos desde nuestras primeras relaciones significativas y que la vida de pareja actualiza y aviva. Allá lejos, cuando éramos niños aparecieron nuestras primeras frustraciones, es así que sufrimos las primeras sensaciones de no ser queridos a la manera que necesitamos, o de no sentirnos valorados lo suficiente. De la misma manera, según el comportamiento de nuestros padres, quizás hayamos sufrido el temor a ser invadidos emocionalmente. En cualquier caso buscamos los recursos para defendernos. Así creamos una «personalidad».
La personalidad puede ser vista como un intento de defendernos del dolor del abandono o del temor a la invasión. Es una construcción que crea estrategias para ser queridos o para no ser invadidos según sea el caso. Pero esa personalidad es una coraza defensiva que nos aleja de lo que sentimos, de nuestras necesidades, en definitiva, de nuestro ser. La personalidad es frágil, es la que siente miedo a la entrega y si bien nos ayuda a funcionar en ciertos terrenos, en las relaciones íntimas puede convertirse en un freno que nos impide el contacto verdadero con el otro cuando, sin darnos cuenta, crea conductas que evitan la entrega ya que «si no me entrego no estaré sujeto a pérdida o a invasión alguna».
La personalidad «nos defiende» de esa posibilidad con una estructura estable y predecible. En ciertos aspectos parece una ventaja tener una «personalidad estable» pero esa fortaleza y seguridad se va transformando en rigidez y temor a ser desestabilizado.
Y el amor nos desestabiliza, el amor da miedo porque no escucha nuestros razonamientos, sigue su propio camino, no lo podemos controlar, «perdemos la cabeza». Podemos escuchar al amor, podemos seguirlo, pero no podemos dominarlo. Cuando nos abrimos a él lo hacemos a la posibilidad de perderlo.
Es así que el compromiso, la entrega al amor, nos enfrenta a nuestra vulnerabilidad. Hay mucho miedo a la vulnerabilidad, peleamos constantemente con ella, y vivimos añorando la invulnerabilidad.
Hay una cultura donde se refuerza la noción de invulnerabilidad, sin embargo no hay camino de salida si no la aceptamos. Si tenemos la fortaleza de reconocernos vulnerables dejamos de estar asustados y preocupados por lo que pueda pasar sino que nos entregamos blandamente a lo que la vida nos trae, porque en definitiva la vida pasa por donde ella quiere y no por donde nosotros la quisiéramos hacer pasar. En nuestra sociedad se confunde vulnerabilidad con debilidad, cuando en realidad se necesita mucha fuerza para reconocer que somos vulnerables.
Entre el abandono y la invasión
Es interesante observar la dinámica de la pareja cuando uno de ellos sufre el miedo a la invasión y el otro sufre el miedo al abandono. La situación más conocida (aunque bien puede darse al revés) es aquella donde la mujer sufre el miedo al abandono y el hombre a la invasión. En este caso la mujer, que abriga el temor a ser abandonada, se cubre de esa posibilidad mediante la acción, despliega estrategias de acercamiento y cercamiento que supuestamente evitan el abandono. Ese movimiento de acercamiento hace que el hombre se sienta invadido golpeando justamente en su miedo básico y se genera un alejamiento preventivo que realimenta la sensación de abandono cerrando el círculo vicioso. Es importante observar que detrás de todos estos movimientos hay miedo al dolor.
El miedo al abandono es tan profundo, genera tanta ansiedad que a veces puede elegirse la soledad antes que someterse a él. Cuando los sufrimos no queremos separarnos del otro y solemos reclamar por su lejanía y su falta de entrega demostrando lo entregados que estamos nosotros, sin embargo, muchas veces no hay una verdadera entrega por parte de quien teme ser abandonado. Los movimientos de acercamiento hacia el otro no siempre son sinónimos de entrega. Cuando se intenta poseer, prevenir o directamente invadir no hay entrega verdadera al otro, hay entrega cuando se acepta lo que hay.
Naturalmente podemos elegir irnos si no nos gusta o si no nos alcanza lo que hay, pero existe verdadera aceptación cuando el corazón le dice sí al otro tal cual es. Cuando eso sucede aparece esa confianza básica que permite desarrollar la capacidad de espera confiando que el otro se acercará y esta apertura y confianza es siempre contagiosa. De todos modos si tenemos que enfrentar las señales que indican que eso no ha de suceder necesitamos confiar que podremos transitar el inevitable dolor.
El miedo a la invasión, por su lado, es el temor a dejar de ser uno mismo, hay una necesidad tan grande de satisfacer al otro que se posterga el propio deseo. Esta es una situación típica en los hombres que necesitan proveer, satisfacer y hacerse cargo del bienestar del otro. La figura del hombre proveedor, capaz de proveer desde los bienes materiales hasta la felicidad, está muy arraigada. Y la preocupación por satisfacer el deseo del otro puede invadir de tal manera que dejemos de ser nosotros mismos.
Saliendo del círculo
En el caso del miedo a la invasión el camino que propongo es tolerar el disgusto del otro, poner límites y perder el miedo a decir que no. A veces esto implica trabajar con la omnipotencia ya que uno piensa (y los hombres en especial) que pueden resolver todos los problemas del otro. Sucede que uno no tiene el poder necesario para resolverle la vida al otro, no somos los dueños de su felicidad, especialmente cuando hablamos de antiguas heridas internas.
En cuanto al miedo al abandono se hace necesario desarrollar la confianza y la capacidad de espera, confiando que el otro estará allí. En el fondo del miedo al abandono está la sensación de no ser querida como uno necesita, de no ser valorada. Es necesario no enojarnos con lo que nos pasa. Los miedos que se instalan son muy profundos.
Cuando hay amor, porque estamos hablando de ese caso, cuando el amor está, no se trata de que los «hombres son fóbicos» o que «las mujeres son insoportablemente ansiosas» para citar algunos dichos bastante frecuentes. Estos juicios ubican a cada uno en el lugar de la «mala persona» cuando lo que hay detrás es un temor al dolor que suele ser mucho más intenso de lo que sospechamos. Son dolores que tocan en lo más profundo del ser humano y cada cual se protege a la manera que aprendió alguna vez, con la distancia, con la no entrega, con la desconexión o con la presión o la exigencia de determinadas pautas en la relación.
Cuando entramos en el juego del amor nuestro corazón tiende a entregarse pero nuestra personalidad, que teme perder su seguridad, tiende a evitar la entrega, para no verse cara a cara con toda nuestra humana vulnerabilidad.
Duele descubrir que el amor no tiene una ruta definitiva y que en ese camino también podemos resultar heridos, por eso buscamos afanosamente que ese dolor nunca llegue, por eso aparece el miedo al compromiso que es, en definitiva, el miedo a asumir la propia vulnerabilidad.
Silvia Salinas
Lic. en Psicología de la UBA
¡Nuestro Rincón!
Tengo la necesidad de crear otro lugar para nosotros, un lugar que aunque virtual, sea un sitio para ambos, en donde podamos escribir y compartir palabras, las que a veces parecen sobrar... pero muchas otras veces faltan.
Que ultimamente estemos pasando por situaciones indeseadas, no quiere decir que sea todo lo que nos une, por eso creo este lugar para los dos, para que podamos expresar esas cosas que se que aveces nos faltaron decir, o las conclusiones a las que llegamos luego de atravezar interminables horas de charlas, o simplemente textos y lecturas que nos ayuden a ejemplificar nuestro amor... en fin quisiera que este lugar sea para los dos, para que "solo nosotros" seamos autores y lectores de nuestras palabras... porque te amo y se que me amas me gustaria que tengamos una nueva herramienta para expresarnos.
Que ultimamente estemos pasando por situaciones indeseadas, no quiere decir que sea todo lo que nos une, por eso creo este lugar para los dos, para que podamos expresar esas cosas que se que aveces nos faltaron decir, o las conclusiones a las que llegamos luego de atravezar interminables horas de charlas, o simplemente textos y lecturas que nos ayuden a ejemplificar nuestro amor... en fin quisiera que este lugar sea para los dos, para que "solo nosotros" seamos autores y lectores de nuestras palabras... porque te amo y se que me amas me gustaria que tengamos una nueva herramienta para expresarnos.
Por Siempre Tuya... Carla!
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)
